Hay quienes nacen preparados y con su
ideal claro, listos para dar su vida al servicio de los demás y habremos otros
quienes sentimos nuestro espíritu, nuestra alma inquieta y que nuestra vocación
por el servicio podría ser un hecho.
Todos y cada uno de nosotros estamos
llamado al servicio de una u otra forma las vocaciones con un significado
especial son las espirituales como los sacerdotes, misioneros, religiosas viven
una entrega total a la misión, a la vida, y las familiares quienes se casan y
viven un matrimonio santo y una vida santa dentro del matrimonio en ambas
tienes el don del servicio como religioso/a, padre o madre puedes servir y
honrar a Dios la diferencia es que la vida de un misionero no tiene límites y
convierte lo ordinario en algo extraordinario.
Si sientes en tu corazón una inquietud y
te preguntas ¿Qué más puedo hacer yo?, ¿Cuál es mi propósito? ora es la mejor
manera de hallar una respuesta Dios te escucha, no tengas miedo que si tu
misión es servir a través de la vida consagrada estarás preparado/a para dar tu
respuesta.
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